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Segregaciones

En el derecho civil salvadoreño, la segregación es el acto mediante el cual un propietario divide un bien inmueble en dos o más partes para destinarlas a diferentes fines, ya sea para su venta, donación, o para cualquier otro propósito. La segregación no implica una venta o transferencia de propiedad, sino solo la división de un bien en varias parcelas o unidades, que posteriormente pueden ser objeto de transacciones por separado.

Características de la segregación en El Salvador:

  1. División de un inmueble: La segregación se refiere a dividir un inmueble en partes independientes, cada una con su propia identidad legal. Esto puede implicar, por ejemplo, dividir un terreno grande en varios lotes más pequeños.
  2. Requiere aprobación legal: Para que una segregación sea válida, generalmente es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por la ley, como la autorización de las autoridades municipales o del Ministerio de Vivienda, dependiendo del tipo de propiedad y su ubicación.
  3. Registro: Una vez que la segregación ha sido realizada, cada nueva parcela o unidad debe ser registrada en el Registro de la Propiedad para que adquiera validez jurídica y sea posible realizar futuras transacciones sobre cada una de ellas.
  4. Propósito: Las segregaciones suelen realizarse para facilitar la venta o el uso independiente de las porciones del inmueble, aunque también pueden darse en contextos como la planificación urbana o el reparto de bienes entre herederos.

En resumen, la segregación es una figura legal que permite dividir un bien inmueble en varias unidades, con fines de venta o de organización de la propiedad, siempre bajo la supervisión y regulación de las autoridades correspondientes.